Palanca HALLIGAN de acero HRC51. 64cm

La HHA22 de Nidec, se ha diseñado para personal de intervención policial, así como para Bomberos, personal de emergencias y militares. Fabricada en acero endurecido HRC51 para poder afrontar fuerzas de palanca que requieran de mucha energía. El mango se protege con goma para garantizar un buen agarre.

A la HHA22 se le da también un acabado satinado en negro para evitar destellos o brillos indeseados y preservar la máxima discreción de las intervenciones especiales.

• Fabricada en acero endurecido.
• Mango protegido con goma
• Color: negro con acabado satinado.
• Tamaño: 25" (64 cm)
• Peso: 3.75 Kg
• Otras medidas disponibles: 36" (91 cm y 4,5kg)

Nota importante: Las herramientas Halligan no son indestructibles. Todas las herramientas tienen su límite físico. Si se supera ese umbral de resistencia, las herramientas pueden romperse, doblarse y partirse. Las uñas de las Halligan son siempre más débiles que el propio cuerpo de la palanca. El modelo de 91cm es menos resistente que la de 64cm.

Aparición de la palanca Halligan

En una compañía de bombas para Bomberos se encontraba el Jefe Hugh A. Halligan, y estaba muy preocupado por las cuestiones de acceso a las viviendas, puesto que el uso de arietes es complicado en edificios de gran altura y las hachas y mazos no son demasiado efectivos . Además, un capitán de la compañía 163 (John Kelly) había diseñado una herramienta para facilitar el acceso a las viviendas que se había extendido mucho por aquella época; la llamada herramienta Kelly. Y que junto a otra herramienta, la Claw, estaban dando muchos problemas.

El Jefe Halligan buscaba una herramienta ligera, robusta, sin partes soldadas y que permitiera realizar diferentes tareas con ella, es decir, que fuese realmente versátil para los bomberos. Tras muchos episodios de ensayo-error logró su objetivo, patentó su herramienta en Nueva York y se dispuso a presentarla al cuerpo de bomberos.

Debido a que la administración municipal entendió que existía un conflicto de intereses, dado que uno de sus jefes era el beneficiario de las ventas, prohibió la compra de la herramienta. Así que, a pesar de que había tenido una gran aceptación entre los bomberos y su uso se extendía por todo el país, los bomberos de NY se dispusieron a comprarla con su propio dinero (ya que no estaba prohibida su adquisición particular).

El primer cuerpo de bomberos en adquirirla oficialmente fue el de Boston, comprando una para cada compañía. Posteriormente se fue extendiendo su uso por todos los cuerpos de bomberos del país, hasta que finalmente el NYFD admitió el error y adquirió una remesa para dotar a todos los vehículos autobomba con una de estas herramientas.