Una de las manifestaciones más ignoradas de evidencia física son las impresiones de evidencias. Esto se debe en gran medida a la carencia de entrenamiento en las técnicas y procedimientos específicos de inspección, recolección y preservación.
Normalmente se logra la localización y recuperación de impresiones obvias en barro, tierra o sangre, pero las impresiónes en polvo de muchas escenas del crimen en interiores normalmente se pasan por alto y generalmente se destruyen o alteran.

Mediante la utilización del Levantador electrostático de impresiones en polvo, se pueden recuperar las impresiones que quedan en el polvo de un piso, fragmentos de tierra del calzado de un criminal o impresiones hechas en áreas no tomadas en cuenta como paredes o puertas empolvadas.

El levantador electrostático de impresiones en polvo consiste en una unidad de control/alimentación de potencia, una placa de acero chapado en níquel y un medio de levantamiento metalizado. Los modelos electrostáticos antiguos necesitaban dos láminas de levantamiento —una con carga positiva y otra con carga negativa. Nuestro más reciente levantador electrostático emplea únicamente una hoja de plástico y una placa metálica de conexión a tierra. A medida que se aplica voltaje a la lámina de levantamiento, asume una carga negativa y la placa de tierra se vuelve positiva. Cualquier polvo presente debajo de la lámina asumirá una carga positiva y a su vez será atraído hacia la lámina de recolección con carga negativa. La impresión en polvo que se transfiere a la lámina de levantamiento aparecerá como un reflejo exacto de la impresión original y los levantamientos que se hacen en pisos con losetas de superficie áspera o irregular de cualquier tipo se facilitan empleando este método.
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